Fue
durante la tarde del 5 de Diciembre del 2000, camino de Ronda,
cuando nos desviamos a Montejaque para enseñarle a Romi el
lugar que había sido durante muchos años una constante en la
vida de Angel. Paseamos por sus calles y al volver hacia donde
teníamos aparcado el coche vimos que la casa estaba en venta.
Nos gustó. Medio en broma comentamos en que sería un lugar
ideal para montar un hotelito. La casa desprendía buenas vibraciones.
En
2002, después de acontecimientos que no vienen al caso, Romi
se acordó de ella y decidimos abordar la aventura. Hay que decir
que no esperabamos que la casa continuara en venta, pero Romi
–no se porque – comento que siempre presintió que seria nuestra.
Los
desplazamos a Montejaque y efectivamente todavía no la habían
vendido. Después de diversas indagaciones dimos con los dueños
y la compramos. Después de exponer a los bancos
nuestro proyecto afrontamos la
aceptación de la hipoteca de la casa y después de cuatro años
de duro trabajo en un Bar alquilado en la misma plaza del pueblo
y después en un Restaurante de la zona, y la ayuda de Xavi,
hijo de Romi, que ya se había desplazado a Montejaque, empezamos
con la restauración y rehabilitación de la casa.
Por
nuestras indagaciones la casa tiene una edad de más de 100
años. Frasquita, de 84 y madre de Mariquita,
ya la conocía cuando era pequeña. Nos enteramos que había
sido el primer cuartel de la Guardia Civil en Montejaque, cuartel
que posteriormente cambio de emplazamiento antes de la Guerra Civil,
actualmente Casa de la Cultura. Este cuartel en su nueva
ubicación, fue incendiado en los primeros días de la trágica contienda
que dividió a los españoles. Por tanto si el Duque de Ahumada crea
en 1868 no creemos que rápidamente se instalara en Montejaque
sino algo después. Sabemos que la Guardia Civil en 1936
ya llevaba años en donde hoy se alza la Casa de la Cultura. Así,
suponemos que la casa pudo construirse a principio de
siglo. La construcción, su trazado, los materiales empleados,
los niveles del suelo de
terrazo, cemento, lajas de
piedras y de chinos lavados, indican el paso inexorable del
tiempo.
Después
de la guerra civil, en la casa estuvieron viviendo cinco familias, hasta
que fue adquirida por Francisco Hidalgo Durán, nacido en Montejaque y
vecino del mismo, de profesión tratante y cuyo apodo era “el Gallo”, siendo
desde entonces conocido el edificio, como
la “Casa del Gallo”. A juzgar por un periódico -un ABC de 1958- que apareció entre las paredes que se picaron, debió ser en esta
época, la obra “nueva” que dicho Sr. acometió cuando la compró.
En
principio pensamos que su estado de conservación era aceptable.
Posteriormente la realidad era bien distinta. Todas las
vigas de la parte de la fachada principal estaban en mal estado
debido a las termitas. No hablemos de la instalación eléctrica,
el saneamiento, tejados y otras cuestiones. No obstante, abordamos
con ilusión el proyecto y acometimos las obras.
En
2003, después de terminado el proyecto por Arquitectura
Técnica de Ronda y visado por el Colegio de Arquitectos de Málaga
comenzaron las obras. Tal como indicamos la estructura del edificio
se respetó en su estado original, aunque reforzando aquello qué
-aun sin necesitarlo- parecía conveniente mejorar.
Cambiamos
todas las vigas y alfangias de pisos
y cubiertas y colocamos además sendo forjados de hormigón. En
el tejado, una vez fraguado, mandamos aislarlo con espuma de poliuretano
y colocamos tejas nuevas abajo y encima las viejas conservadas
desde que desescombramos.
Una
visita al palacio de Mondragón en Ronda sirvió para ver
techos, solerías, colores y otros detalles en barro para suelos
y paredes.
En
2004, el presupuesto se nos disparó y tuvimos que parar
las obras por falta de financiación. En 2005, nuestros amigos Paco
Hoyos y Nicolás, Jefe de Riesgos y Director de Sucursal de la Caja
San Fernando, en Huelva, respectivamente, nos gestionaron una nueva
hipoteca y terminamos la obra.
Ahí
no acabaron los trabajos, faltaba amueblar, decorar y conseguir
un ambiente agradable para sus habitaciones. Los muebles, por
su excelente relación precio-calidad, fueron elegidos y fabricados
por la Cooperativa de Muebles de Benamahoma (Cádiz)
-hijos de Mahoma- que nos atendieron amablemente en cuanto a los
plazos de fabricación, entrega y montaje de los mismos. Muebles
Hnos. Rojas, en Ronda, complementó el mobiliario por las mismas
razones.
Pintar
y repintar paredes, puertas y techos, fabricar el porche
del patio, decorar, ir al vivero, elegir y replantar en macetas,
cortinajes, elaborar la Web, el sistema de prevención de incendio,
TV y telefono, plantear el sistema de gestión, autorizaciones administrativas, darnos a conocer
y un largo etcétera, lo acometimos, Romi, Xavi y Angel,
sin desmayos y por
último la ayuda inestimable de Carolina para rematar el trabajo,
con el montaje e instalación del SPA.
Ahora
estamos orgullosos del resultado y de haber conseguido,
una casa calida, donde se respira y se siente, serenidad, sosiego
y paz, no en balde, siempre hemos pensado que en nuestras montañas
se puede sentir el cielo, y tocar las estrellas con las manos.